Color del paisaje

Los elementos en los que apoyo mi búsqueda son fundamentalmente: el color como base primordial para expresar las emociones y dar cauce al instinto pictórico; el gesto como materialización de mi singularidad personal y el diálogo espontáneo con los condicionantes impuestos por el tiempo, el espacio y el propio material de trabajo (pigmentos, papeles, pinceles y otros útiles), como forma de establecer una relación abierta con la realidad circundante, pues no me interesan los formas porque sí, sino por cómo convocan en ellas la subjetividad con la que yo contemplo el mundo .

Mi necesidad de pintar al aire libre viene dada por expresar - explicarme, tal vez - el impulso interior que me conmueve cuando contemplo la Naturaleza. Ante el paisaje no me siento pintor, sino "paisajero", es decir, parte integrante de esa obra inmensa que me circunda. Pero es pintándola como consigo a veces aprehenderla y vincularme al Absoluto, que es el objetivo irrenunciable al que se inclina mi espíritu poético.

Obviamente, puede que nadie vea en mis obras rastro de estas elevadas pretensiones de mi alma, pero es cierto que a través de la acuarela y la poesía es como consigo calmar mi desasosiego existencial, recreándome en el talento artístico, que me permite disfrutar y percibir la intensidad vibrante de lo vivo y, a un tiempo, agradecer mis dones.